Por: Ronaldo
Tuve la bendición de haber estado a cargo de los gastadores como su Comandante. Lo más importante era representar al colegio y dentro de ello, representar a nuestra Promoción en lo desfiles. Fue una experiencia muy grarificante ya que estábamos al frente de todos los pelotones del colegio; abríamos camino no importando cuales fueran los riesgos que se corrían, como por ejemplo las disputas que habían entre los colegios. Afortunadamente logramos abrir camino con mucha gallardía desde el inicio del desfile hasta que regresábamos al colegio. Gratificante era regresar empapados, el 15 de septiembre casi siempre había lluvia en el camino de regreso y era anecdótico ver a los familiares y amigos tirando cohetes en frente de nosotros; algunas veces no nos dimos cuenta y nos quemamos . No importaba, cohetes, lluvia, riesgos; era maravilloso brindar un espectáculo en el defile.
Como una anécdota muy especial, recuerdo especialmente el desfile de cuando estábamos en 5to. Magisterio. Regresámos al colegio, se alinearon los pelotones, habló la señorita Josefina, siempre poniendo los puntos sobre las íes y felicitando al banco batallon. Doña Shirley- nuestra maestra de ingles – estaba con su hija que entonces tenía 11 años. Años después la encontré trabajando en la Universidad Rafael Landivar, tuve la oportunidad de verla y platicar con ella; cuatro años después se convertiría en mi esposa. Formamos la familia que actualmente somos, nos casamos en 1980, procreamos tres hijos dos hombres y una mujercita y seguimos con nuestra vida matrimonial. Especial recuerdo de ese desfile porque vi por primera vez a quien años después se convertiría en mi esposa.