Hugo Arreaga
16 October, 2022Selección de futbol del Colegio en 1972
25 November, 2022
Por: Arturo
RECUERDOS
Wichòn amó la época de los desfiles, ya que para cuando estábamos en 2do. Básico, el ya media cerca del 1.80 mts. Y algunas veces lo llamaron para ser gastador a pesar de que era de la secundaria, lo ayudaba mucho su estatura, y desde ahí ya no paró de desfilar como gastador hasta que nos graduamos, eso hizo que conociera mucha gente de promociones anteriores a la nuestra. Después cada 15 de septiembre, luego de graduarnos le gustaba, mucho acompañar el desfile o ir al parque Central a ver la izada de la bandera los catorce de septiembre y acompañar el desfile del “Blanco Batallón” hasta su regreso al colegio.
Recuerdo cuando estábamos en tercero básico teníamos que ir al colegio Don Bosco las tardes de cada miércoles a recibir mecanografía , y cuando íbamos en la camioneta ya eran cuatro los de la zona 7, porque iba con nosotros un compañero que se llamaba Edgar Ramírez y le decíamos “El Peludo”, este era el baterista de un conjunto de moda en ese entonces, que se llamaba el “Plástico Pesado” otro gran bandido, y era tan virtuoso que en las máquinas de escribir sacaba el acompañamiento de Hawái 5-0, tema de una serie televisiva por ese entonces. Recuerdo que en ese trayecto no sé si al salir o entrar a la clase de mecanografía, fue cuando aprendí a fumar a causa de que el Wichòn ya fumaba, me dio curiosidad y el me enseño como hacerlo al principio me ahogue con el humo pero después cada miércoles me echaba mi chancuaco, luego lo hacíamos desde el trayecto de donde nos dejaba la camioneta en la zona 1 y nos íbamos a pie por toda la séptima avenida hasta una cuadra antes de llegar al colegio.
Una vez íbamos para nuestras casas los tres Erick, Wichòn y yo en la camioneta BC, en el último sillón, y no recuerdo el motivo pero el chofer tuvo que retroceder, y nos pidió que le miráramos para no chocar, y así lo hicimos le decíamos “dele, dele” como se acostumbra, cuando de repente un automovilista viendo que íbamos retrocediendo se vino y no paraba no recuerdo cual de aquellos dos empezó a gritarle “pare” “pare viejo mula” y la gente que iba en el bus se empezó a reír porque creyeron que era al chofer de la camioneta que le gritábamos. Por cierto pararon los dos, y el chofer casi nos baja de la camioneta.
El Chato Juárez y su novia en ese entonces, estábamos en quinto magisterio, me dieron el chance para que fuéramos a hacer la Alfabetización (teníamos que alfabetizar 6 como mínimo) a la escuela federal de Mixco, y bueno llegaban varias patojas del Sagrado Corazón también a alfabetizar, entre ellas una chica muy bonita de ahí de Mixco que la llevaba su papá en un carro clásico como de los años 30’s. Y el Wichòn que no pudo completar el número de alfabetizados en la Iglesia de Kaminal (pregúntenle a Erick Hernández), tenía un pariente o un vecino que era supervisor de alfabetización y le dijo que fuera a Mixco ahí con nosotros y que por asistirnos le firmaba que había completado la alfabetización. La chica se miraba un tanto inalcanzable tanto porque, no daba por donde y por la celosa vigilancia del papá. Pero no sé cómo, lo hizo pero el Wichòn la conquistó, era un bandido con las patojas. Al final le firmaron y el Chato logró sacar 6 personas alfabetizadas y yo 9. Era una aventura ir a alfabetizar; pero, el regreso era difícil ya que teníamos que bajar corriendo a tomar la última camioneta número 10 en el parque de Mixco, y si nos dejaba, había que ir más abajo a la calzada Roosevelt, a tomar una extraurbana, pero, lo gozamos, era divertido correr con las chicas. Y luego caminábamos desde la Roosevelt hasta nuestra casa. Era 1971 y no asaltaban como ahora. Al final un grupo de chicas que alfabetice, me dedicaron un saludo y una canción en una radio que no recuerdo cual era, fue muy satisfactorio.