Haber participado en la extensión de las clases de educación física de la época secundaria y sentir la armonía de ser deportista, influyó en que intentará ser parte del equipo de atletismo del colegio poniendo esfuerzo en asistir al estadio Mateo Flores en ocasiones todas las tardes.
No tenía la agilidad de gacela como algunos de mis compañeros de grado que eran unas flechas, ni era liviano y fuerte para ser saltarín, ni la fuerza para lanzamiento como los rivales de otros grados. Sin embargo, participe en las competencias Inter aulas y quedé en buenos segundos lugares.
La persistencia, cualidad de insistir para conseguir aquello que más deseamos, el deseo de luchar por ser mejor o lo que me decía mi papá, “es bueno ser beisbolista, porque nunca se rinden ni hasta el último out” influyeron en mi para continuar la misma línea año con año.
Cuando se disputaron las Olimpiadas de México 68, fue mi primera vez de ver atletismo de alto nivel en televisión, me gustó conocer disciplinas que no tenía noción como steeplechase, caminata, salto con garrocha y otros. Una de esas tardes, molestando con otros compañeros nos retamos a una vuelta al ovalo en caminata, yo les saqué buena ventaja y mantuve el caminadito que se hacía en esa época, entonces Carlos Iriarte que nos vio a la distancia, me llamó y me dijo que a partir de ese momento solo eso iba a entrenarme.
La odisea se mantuvo, competir en varias disciplinas y aguante de condiciones para el pentatlón me dejaron buen sabor en los inter-aulas conforme fui avanzando de grado, porque ya era más grande. En la selección del colegio para los Inter escolares también destaque y hubo un momento en que la señorita Josefina me dijo que en mi estaban puestas las esperanzas para otra medalla porque me había visto y confiaba en que podía lograrlo. Se me subieron los humos, lo acepto y eso daño mi último resultado para el colegio, resultó que competía en caminata y el maestro Rómulo Méndez se me acercó desde fuera de la malla de preferencia antes del disparo de salida y me instruyo que me colocará al extremo exterior de la línea de salida y que en los primeros cien me ubicará de primero para luego mantener el paso, lo hice y me descalificaron diciendo que había corrido, solo me quedó apoyar gritando a mi compañero de lides Jorge Utrera (QEPD) quién fue el triunfador, pero me quedó un malestar incómodo por mucho tiempo.
En el tiempo después de haberme graduado, continúe mis entrenamientos y me hice amigo de varios atletas de la élite nacional, pero la caminata no era una disciplina de interés para la Federación, por lo que tuve que dejar de esforzarme. Sin embargo, quedaron en mi las condiciones de atleta por mucho tiempo, eso lo agradezco al colegio por siempre.